domingo, abril 17, 2005

Recuerdo de un calor penetrante

Incendio de llamas azules. Combustible, Oxigeno, Dioxido de carbono, y calor…. Mucho calor.
Calor semejante al que siento en mis sueños cuando vuelves a aparecer, con la misma energía y la misma sonrisa que poseías cuando nos amábamos.
Dios mío, cómo te amaba.

Volúmenes de pasiones escritas. Papel, letras, ideas, poemas, recuerdos… demasiados recuerdos.
Recuerdos de nosotros viendo el mar, en silencio… silencio que ahora durará eternidades, como aquellas que alguna vez prometimos vivir juntos. 34 Eternidades que juré adorarte.
Dios mío, como te adoraba.

Besos de cariño penetrante. Labios, latidos, tacto, emociones… Infinitas emociones
Emociones que concurrían con cada abrazo, con cada beso, con cada tacto; emociones que renacían con cada hora que pasábamos platicando, con cada minuto que continuabamos existiendo, con cada segundo en que nos seguíamos extrañando
Dios mío, como te extraño.


Pero lo peor ha pasado…
Ya no te amo, alguien más lo hace.
Ya no te adoro, alguien más lo hace.
Ahora te extraño, y aunque quizás muchos lo hayan hecho y lo hacen ahora, te prometo que nadie te amó de la manera en la que yo lo hice, te garantizo que nadie te adoró de la manera que yo lo hice, y te juro por mi vida, que nadie te extrañará de la manera en la que yo lo hago cada vez que regresan las memorias de lo que alguna vez fuimos.

Cuídate.

4 comentarios:

RUFUS dijo...

Dios mío, que bueno es.

Anónimo dijo...

A esto me refiero cuando digo ke algunos golpes de la vida son muy duros Lui... y la mejor manera de curar las heridas es dejarlas encargadas al tiempo .. Naie

Lui dijo...

A pesar del tiempo, me sigue encantando este escrito. Casi extraño ser el Lui de aquel entonces.

Lui dijo...

Dolido!!!!!!!!!!