lunes, abril 25, 2005

Memoria

Esto lo escribí hace aproximadamente 2 semanas. Lo leí hoy y me agradó, a pesar de que está aún incompleto (y dudo querer terminarlo en el futuro inmediato).


Trato de ignorar las palabras que escucho salir de las paredes, de los espacios marcados donde solian reposar tus fotografias. Imágenes que invocan la acción de complicadas redes neuronales en mis lóbulos temporales, generando una memoria audiovisual de momentos que por mucho tiempo consideré especiales.

Hoy comprendo que la única cosa “especial” que realmente conservo son las actitudes y fortalezas que lograste contagiarme. Tus acciones pretéritas son agradecidas, pero tu presencia constante en mis memorias sigue siendo un amortiguador para el crecimiento de este potencial.

domingo, abril 17, 2005

Recuerdo de un calor penetrante

Incendio de llamas azules. Combustible, Oxigeno, Dioxido de carbono, y calor…. Mucho calor.
Calor semejante al que siento en mis sueños cuando vuelves a aparecer, con la misma energía y la misma sonrisa que poseías cuando nos amábamos.
Dios mío, cómo te amaba.

Volúmenes de pasiones escritas. Papel, letras, ideas, poemas, recuerdos… demasiados recuerdos.
Recuerdos de nosotros viendo el mar, en silencio… silencio que ahora durará eternidades, como aquellas que alguna vez prometimos vivir juntos. 34 Eternidades que juré adorarte.
Dios mío, como te adoraba.

Besos de cariño penetrante. Labios, latidos, tacto, emociones… Infinitas emociones
Emociones que concurrían con cada abrazo, con cada beso, con cada tacto; emociones que renacían con cada hora que pasábamos platicando, con cada minuto que continuabamos existiendo, con cada segundo en que nos seguíamos extrañando
Dios mío, como te extraño.


Pero lo peor ha pasado…
Ya no te amo, alguien más lo hace.
Ya no te adoro, alguien más lo hace.
Ahora te extraño, y aunque quizás muchos lo hayan hecho y lo hacen ahora, te prometo que nadie te amó de la manera en la que yo lo hice, te garantizo que nadie te adoró de la manera que yo lo hice, y te juro por mi vida, que nadie te extrañará de la manera en la que yo lo hago cada vez que regresan las memorias de lo que alguna vez fuimos.

Cuídate.

miércoles, abril 13, 2005

Cúspide

Experimento un sentimiento nuevo. O tal vez es la combinación de todos las experiencias negativas que he estado almacenando en los ultimos días.

2 am e incapaz de cerrar los párpados. Cada órgano encontrado en mi tronco se siente diferente. Sofoco. Mi ritmo cardiaco es bajo, y sin embargo, siento la adrenalina quemar mis energías. Si en este momento tuviera un boton para finalmente acabar todo esto, lo presionaria sin siquiera pensar en las consecuencias. Dios salve a todos ustedes de sentir esto.

Ya no tengo autoestima, y me siento débil, frágil, herido... pero, maldita sea, aún no muerto.

Saturo mi tracto digestivo con relajantes "naturales", esperando que puedan almenos proporcionarme unos cuantos segundos de sueño, o algun alivio. En un momento comenzaré a rezar por mi vitalidad; se que la he perdido.

Comienzo a sospechar que requiero atención profesional.

lunes, abril 11, 2005

Felicidades

Un mes. Lágrimas vertidas, celos expuestos, idioteces reclamadas, memorias borradas.

Una conmemoración amarga del momento en que murió la imperfección. Una intensa y hermosa imperfección que eternamente le recordará a mi conciencia que en algún momento fui feliz.

Pero eso ya no importa. Ahora solo queda frío, odio, sombra y sangre. Murallas negativas que, irónicamente, ayudarán a recorrer el difícil camino que queda.

Felicidades, dices con tu característico sarcasmo. Y mientras celebras tu día con auténtico júbilo, y vives en las llamas de tus falsas pasiones, yo solo te daré las gracias, porque finalmente puedo decir con sinceridad: Me vale un carajo lo que digas.

De nuevo me disculpo ante ustedes. Esto ha sido otra descarga emocional necesaria, de emociones que sigo etiquetando como innecesarias.

sábado, abril 02, 2005

Cicatrización

Mentiría si dijera que no estoy decepcionado. Las ultimas semanas han sido arduas, y aunque confio plenamente en mi capacidad de superarlas, la situación se complica al momento de aceptar los cambios circundantes de nuestro acabado mundo que alguna vez fue perfecto. Exagero. Nunca fue perfecto, pero todas aquellas pequeñas imperfecciones avivaban constantemente el fuego de lo que éramos. Sin embargo, tantas llamas terminaron por agotar con nuestro combustible; o, más concretamente, el tuyo, puesto que las cantidades que poseo actualmente siguen siendo tan grandes que fácilmente pudieron haber engullido todo lo que quisiera interponerse entre nuestra ya extinta felicidad.

Pero, sigo hablando de “nosotros”, tal vez hipócritamente, puesto que lo que hoy considero perdido, ya ha sido encontrado de nuevo, aunque ésta vez no por mi. Triste que hayas decidido ser reencontrada, cuando hace muy poco tiempo optaste por esconderte. Pero tu destino siempre ha estado fuera de mi alcance, y hoy tengo por seguro que siempre lo estará.

El dolor es sofocante, pero ya pasará. El agente patógeno ya no inunda mi cuerpo con sus toxinas, y comienza la lenta y penosa recuperación. Solo recuerda que lo que no extermina, fuerza proporciona. Y cuando las heridas cierren por completo, descenderán las estrellas para verme caminar sobre ellas.

Entonces temblarás.