viernes, marzo 14, 2008

Acepto

Ultimamente me han preguntado mucho acerca de por qué no creo en el matrimonio.

La respuesta no es absoluta, y sólo refleja la experiencia de la mayoría de las parejas casadas que me han tocado conocer (mayoría = >50%). Las relaciones a largo plazo tienen mucho riesgo de no funcionar, ya sea terminando en divorcio, o en una relación destructiva donde ambos individuos se estén soportando indefinidamente. Está bien, tal vez 1 de cada 20 (o cada 1000) parejas tenga esa chispa de "amor eterno" que tanto ilustran en las novelas y en las caricaturas para niñas de 6 años de Walt Disney, pero estadísticamente esta cañón.

Y si lo vemos por ese lado, es posible que la mayoría de los matrimonios fracasen porque simple y sencillamente la mayoría de la gente está pendeja o tiene actitudes infantiles que eventualmente dañan a la relación. En ese caso, debería tener la seguridad de que, al carecer de esos rasgos, podré formar una relación matrimonial estable y feliz; pero la realidad en este caso es otra, en mi caso personal, me enfado de la gente... Aún no lo he definido como defecto o como característica neutra, pero sucede con la mayoría de mis amistades, incluyendo mujeres que en algún momento u otro me llegaron a gustar; no he experimentado mucho con eso, pero supongo que la manera más fácil de evitar ese enfado reside en evitar la monotonía, que a su vez se logra haciendo todo tipo de locuras espontáneas, o bien, recurriendo periódicamente a la infidelidad, cosa que creo no corresponde a mi estilo (ahora si hablamos de threesomes o foursomes... jeje)

Bueno, como decía, no soy experto en este tema, ni creo serlo algún día; por el momento sé que no me quiero casar, no porque tenga miedo a hacerlo, sino porque dudo que dure para siempre. En ese caso la unión libre tiene todas las ventajas del matrimonio sin el componente de la "obligación socio-moral"... ah, y otra razón: no soy católico, ni cristiano, ni judío ni de ninguna de esas religiones que exigen el matrimonio.

Claro que si estoy 100% convencido de que me encuentro frente al "amor de mi vida", estoy seguro de que la pendejez producto del enamoramiento me va a hacer cambiar de opinión; así que, para fines prácticos, nada de esto aplica a la vida real. Que pena por estos 15 minutos tirados a la basura...

Esto salió de la nada, probablemente lo borre uno de estos días.