Me faltas, me falta tu risa, tu belleza, tu calor tocándome, me falta tu vida, tu pasión, tu voz regañándome.
Extraño tenerte, extraño amarte, porque amarte fue mi vida, amarte, amarte como nunca amé, con total locura, sin mínimo control, sin guardar una gota de energía para el mañana.
Deseo cada mañana, cada segundo de mis tardes y cada respiro en mis noches, que el pasado regrese a mi puerta, que la vida regrese a lo que antes era, que el caos termine con mi existencia y que tu alma conmigo permanezca.
Si fuimos algo, lo volveremos a ser; si no lo fuimos, aún así espero que la muerte me secuestre y que tu historia se repita en mis últimos segundos de agonía, como un sueño eterno, un bello y breve sueño, que no obstante, en alguna ocasión me llenó de infinita felicidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario