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Este blog comenzó hace 3 años, cuando me encontraba hundido en un abismo de soledad, destruido por la pérdida de lo que en aquel entonces fue mi más grande amor.

Este post es una celebración a la vida, y a los cambios que ella implica:

Cambios de actitudes, de amistades, de oficios, de apariencia, de puntos de vista, de estados emocionales, de circunstancias, de condiciones de salud, de riquezas, de lugares y de tiempos.

Y aquí estoy, después de muchos cambios, de altas y de bajas, encontrándome al frente de un gran y hermoso monte, al cual aproximo con el miedo que implica correr el riesgo de tropezar y caer hasta una muerte casi segura, pero con la la emoción que implica la posibilidad de llegar a la cumbre y encontrarme en el seno del paraíso que por tanto tiempo he deseado.

Comienzo otro ciclo de altibajos, que seguramente serán al menos milquinientas veces más intensas que otros que haya experimentado.

Con la humildad que implica ser el dueño de un blog de mínimas proporciones, de pésima calidad y de poca longevidad, doy eternas gracias a quienes han desperdiciado minutos valiosos de sus vidas por leerme.

Hasta pronto.