miércoles, noviembre 05, 2014

T.A.

Dos breves palabras que concatenadas dan orígen a una representación, más que cognitiva, afectiva... intensa, con gran significancia vital y una consecuente activación de núcleos mnésicos y pensamientos que fueron reprimidos durante años para mantener una funcionalidad en el mundo externo del sujeto.

Pero no se trata de entenderlo, se trata de sentirlo.

Por uno, dos, tres segundos, minutos, días, horas o besos...

Y después regresar chocando a la lógica, racional, fría e inflexible realidad.

Una montaña rusa límbica.

M.T.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi T.A.