miércoles, abril 08, 2009

Finito

Salí desesperado de mi alcoba. Deseaba ver la luz del sol, deseaba respirar la brisa de la mañana, deseaba escuchar los pájaros cantar, y ver el color púrpura del cielo madrugador.

Ahí me paré, justo afuera de mi casa, y me quedé contemplando la vida por varios segundos... Mi existencia una vez más se veía rendida ante el inevitable comienzo (¿o fin?) de un nuevo ciclo.

La mañana fría esta vez no era bienvenida... Yo sabía que detrás de aquellas minúsculas nubes en el cielo, se encontraba escondida la luna, que apenas la noche anterior me acariciaba con su blanca luz, su singular ternura... Esa noche, que pasó demasiado rápido... Esa noche, que deseé nunca terminara.

2 comentarios:

Unknown dijo...

solo en el precipicio se evoluciona. es tu momento.
te quiero. animo besos
Naie

Monalisa Over dijo...

puedes consolarte que eso mismo paso millones de veces antes! no?